
En este artículo te voy a explicar algunos trucos para echar a un inquilino que no paga, sus ventajas y desventajas, y algunos ejemplos prácticos. Pero antes de eso, te recomiendo que intentes llegar a un acuerdo amistoso con tu inquilino o que acudas a un abogado especializado en derecho inmobiliario para asesorarte mejor.
Truco 1: Reclamar el pago extrajudicialmente
Uno de los trucos más sencillos para echar a un inquilino que no paga es reclamarle el pago extrajudicialmente, es decir, sin acudir a los tribunales. Esto se puede hacer de varias formas, como:
- Enviar un burofax o una carta certificada con acuse de recibo al inquilino, exigiéndole el pago de las rentas adeudadas y advirtiéndole de las consecuencias legales de su impago
- Contactar con el inquilino por teléfono, correo electrónico o mensajería instantánea, recordándole su obligación de pagar y ofreciéndole facilidades o alternativas para hacerlo
- Acudir personalmente al domicilio del inquilino o enviar a un representante o intermediario, para negociar directamente con él el pago de la deuda o la entrega de las llaves
Ventajas
- Puede ser rápido y económico
- Puede evitar un proceso judicial más largo y costoso
- Puede mantener una buena relación con el inquilino
- Puede lograr el pago total o parcial de la deuda o la salida voluntaria del inquilino
Desventajas
- Puede ser ineficaz o infructuoso
- Puede ser ignorado o rechazado por el inquilino
- Puede generar un conflicto o una tensión con el inquilino
- Puede requerir un seguimiento y una insistencia constantes
Ejemplos
- Pablo envió un burofax a su inquilino, reclamándole el pago de tres meses de alquiler atrasados y dándole un plazo de diez días para hacerlo. El inquilino recibió el burofax y le ingresó la cantidad adeudada en su cuenta bancaria.
- Ana contactó con su inquilina por WhatsApp, recordándole que le debía dos meses de alquiler y ofreciéndole pagar en dos plazos. La inquilina le respondió que estaba pasando por una situación difícil y le pidió más tiempo. Ana aceptó darle un mes más para pagar.
- Luis acudió personalmente al piso que tenía alquilado a su inquilino, quien le debía cuatro meses de alquiler. Le propuso que le entregara las llaves y le perdonaba la deuda. El inquilino aceptó y le devolvió las llaves.
Truco 2: Interponer una demanda judicial
Otro truco para echar a un inquilino que no paga es interponer una demanda judicial contra él, solicitando su desahucio por falta de pago y el cobro de las rentas adeudadas. Esto se puede hacer siguiendo estos pasos:
- Contratar a un abogado y a un procurador para que redacten y presenten la demanda ante el juzgado competente
- Esperar a que el juez admita la demanda y la notifique al inquilino, dándole un plazo de diez días para pagar, enervar (oponerse) o desistir (abandonar)
- Si el inquilino no paga ni desiste ni enerva, esperar a que el juez fije una fecha para el lanzamiento (desalojo) del inquilino y para la celebración del juicio (si se solicita)
- Si el inquilino paga o desiste, recuperar la posesión de la vivienda y renunciar al cobro de la deuda o al desahucio, respectivamente
- Si el inquilino enerva, esperar a que el juez resuelva sobre la procedencia o no de su oposición y sobre el desahucio y el cobro de la deuda
Ventajas
- Puede ser efectivo y seguro
- Puede contar con el respaldo y la garantía de la justicia
- Puede lograr el desahucio forzoso del inquilino y el cobro de la deuda
- Puede reclamar los intereses y las costas del proceso
Desventajas
- Puede ser lento y caro
- Puede requerir la contratación de profesionales jurídicos
- Puede encontrarse con obstáculos o dilaciones por parte del inquilino o del juzgado
- Puede resultar desfavorable si el inquilino tiene razón o si el juez aplica medidas de protección social
Ejemplos
- Marta interpuso una demanda judicial contra su inquilino, quien le debía cinco meses de alquiler. El juez admitió la demanda y la notificó al inquilino, quien no pagó ni se opuso ni abandonó. El juez fijó una fecha para el lanzamiento y para el juicio. El día del lanzamiento, el inquilino fue desalojado por la fuerza pública y Marta recuperó su vivienda. El día del juicio, el juez condenó al inquilino a pagar la deuda más los intereses y las costas.
- Jorge interpuso una demanda judicial contra su inquilina, quien le debía seis meses de alquiler. El juez admitió la demanda y la notificó a la inquilina, quien pagó la deuda dentro del plazo. Jorge recuperó su dinero y renunció al desahucio.
- Sara interpuso una demanda judicial contra su inquilino, quien le debía siete meses de alquiler. El juez admitió la demanda y la notificó al inquilino, quien se opuso alegando que el piso tenía defectos que afectaban a su habitabilidad. El juez suspendió el lanzamiento y señaló una fecha para el juicio. El día del juicio, el juez desestimó la oposición del inquilino y le condenó al desahucio y al pago de la deuda.
Truco 3: Acudir a un mediador o a un arbitro
Un truco más alternativo para echar a un inquilino que no paga es acudir a un mediador o a un arbitro, es decir, a un tercero imparcial que ayude a resolver el conflicto sin necesidad de ir a los tribunales. Esto se puede hacer siguiendo estos pasos:
- Buscar un mediador o un arbitro profesional, que tenga experiencia y formación en materia de arrendamientos urbanos
- Firmar un acuerdo de mediación o de arbitraje con el inquilino, comprometiéndose a someterse al proceso y a aceptar su resultado
- Participar en las sesiones de mediación o en el procedimiento arbitral, exponiendo las pretensiones y las pruebas de cada parte
- Si se llega a un acuerdo en la mediación o se dicta un laudo en el arbitraje, cumplir con lo pactado o lo establecido
- Si no se llega a un acuerdo en la mediación o se impugna el laudo en el arbitraje, acudir a la vía judicial
Ventajas
- Puede ser rápido y económico
- Puede evitar un proceso judicial más largo y costoso
- Puede favorecer una solución consensuada y satisfactoria para ambas partes
- Puede preservar una buena relación con el inquilino
Desventajas
- Puede ser voluntario y no vinculante
- Puede requerir la colaboración y el consentimiento del inquilino
- Puede no lograr un acuerdo o un laudo favorable
- Puede ser impugnado o incumplido por el inquilino
Ejemplos
- Eva acudió a un mediador profesional para resolver su conflicto con su inquilino, quien le debía ocho meses de alquiler. El mediador convocó a ambas partes y les ayudó a dialogar y a buscar una solución. Al final, lograron un acuerdo por el que el inquilino se comprometió a pagar la deuda en cuatro plazos y a abandonar la vivienda en dos meses. Eva aceptó el acuerdo y renunció al desahucio.
- Rubén acudió a un árbitro profesional para resolver su conflicto con su inquilina, quien le debía nueve meses de alquiler. El árbitro inició el procedimiento arbitral y escuchó las alegaciones y las pruebas de cada parte. Al final, dictó un laudo por el que el inquilino debía pagar la deuda más los intereses y abandonar la vivienda en un mes. Rubén quedó satisfecho con el laudo y lo ejecutó.
- Carla acudió a un mediador profesional para resolver su conflicto con su inquilino, quien le debía diez meses de alquiler. El mediador citó a ambas partes pero el inquilino no se presentó ni contestó a sus llamadas. Carla no pudo iniciar la mediación y tuvo que acudir a la vía judicial.
En conclusión
Como has visto, existen algunos trucos para echar a un inquilino que no paga, pero ninguno de ellos es infalible ni seguro. Además de ser legales y morales, pueden tener consecuencias positivas o negativas para ti y para tu inquilino. Por eso, lo mejor es que actúes con prudencia y responsabilidad, y que busques una solución justa y equitativa con tu inquilino o con un profesional del derecho. Así podrás recuperar tu vivienda y tu dinero sin mayores problemas. Recuerda que el alquiler es un contrato que implica derechos y obligaciones para ambas partes y que merece todo tu respeto y tu cumplimiento.